Familia de Village antes de entrar en el devocional de hoy, ¿podrían acompañarme en un ejercicio de oración con respiración controlada?
Inhala: Padre, cae de nuevo sobre nosotros
Exhala: Te esperamos con gran expectación.
Amén.
En el versículo de hoy, Juan nos recuerda poéticamente que el Dios al que servimos es la luz que brilla en las tinieblas, la luz que nunca puede extinguirse ni ser vencida. Muchos de nosotros hemos escuchado este versículo más de una vez y puede ser fácil que pase desapercibido, pero la realidad es que esta Luz nos fue dada por pura gracia, es inmerecida. Por lo tanto, esta es la Luz que fue, es y siempre será nuestra única esperanza. Es esta Luz la que ilumina la bondad y la fidelidad de Dios, recordando al mundo Su Amor sacrificial que nunca termina y que nunca falla. Estar en el extremo receptor de tal Amor y Esperanza es el mayor regalo de todos.
Sin embargo, a menudo nuestras vidas están llenas y atestadas de tantas distracciones y placeres temporales que nos privamos de deleitarnos en la plenitud de esta bendición. Esta época del año, en particular, está repleta de planes para las vacaciones, presupuestos para los regalos, y nos perdemos en nuestras tradiciones culturales. En medio de todo ello, es fácil perder el rumbo y olvidar el propósito. Jesús vino a iluminar nuestro mundo oscuro y roto para que nuestras vidas se transformaran al encontrarnos con la profundidad de su amor y ser impulsados a vivir como testigos gozosos en toda la tierra. Nuestro primer llamado y nuestro único propósito es ser reflejos intencionales de Su luz dondequiera que vayamos. Durante toda nuestra vida, en cada época del año, Cristo debe ser magnificado en nosotros.
El tema del ministerio para este año ha sido "Presencia de la Resurrección: Gracia Acogedora y un Compromiso Sacrificial", en el que se nos ha desafiado a vivir vidas cruciformes siguiendo el ejemplo de Cristo. Todo lo que hemos hecho como iglesia este año ha girado en torno a este tema “que es por Su gracia que hemos llegado a ser lo que somos y es por nuestro compromiso sacrificial que vivimos lo que Él es”. Familia de la Iglesia, "La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella" viene con una implicación importante para ti y para mí, “que seamos movidos por la luz de Dios a ir y hacer lo mismo, llevando esperanza, amor, gozo y paz a todos los que nos rodean”. ¿A quién puedes hoy reflejar la luz de Jesús? Ve, grítalo, cuéntalo y vívelo, en las montañas y en los valles, a la luz del día y en las sombras, que Jesús es la luz del mundo.